ASOCIACIÓN ARGENTINA DE GESTORES CULTURALES UNIVERSITARIOS (AAGECU)

ONG Personería Jurídica Nº 8406 Entidad de Bien Público N° 498

Sede Central: Mar del Plata- Buenos Aires- República Argentina

CULTURA Y DESARROLLO

“El desafío de no solemnizar la cultura como simple patrimonio o herencia supone volverla sustentable para cada sociedad en esta época competitiva, de innovación tecnológica y fuerte concentración económica”
Néstor García Canclini

En los últimos veinte años los países comenzaron a replantear su relación entre lo local y lo global.

El rol del estado entró en crisis, pasando a favorecer los procesos de descentralización y adquiriendo un rol claramente secundario que reconfiguraron las relaciones sociales y políticas tanto en nuestro país como en nuestras ciudades.

Mar del Plata no quedó exenta del proceso, sufrimos unos de los más altos índices de pobreza y desempleo del país, cuyos efectos produjeron una profunda fragmentación en nuestra sociedad.

La crisis del 2001 nos hizo replantear una serie de cuestiones para el desarrollo tanto local como regional porque no solamente se plantea una cuestión técnica sino política.

Como los problemas urbanos son de los ciudadanos involucran también a las asociaciones intermedias, a los estados municipales en sus distintos niveles jurisdiccionales, y en consecuencia no pueden ser ajenos a cada individuo y a las organizaciones en los que estos se expresan colectivamente.

Así como los bajos niveles de eficiencia en la gestión del estado repercuten sobre todas las áreas, las debilidades de la participación social constituyen también una restricción común.

Si una sociedad alcanza altos niveles de crecimiento y producción económica pero mantiene grandes desequilibrios en la distribución y una población marginal en condiciones de explotación o pobreza, difícilmente sería calificada de desarrollada .

Y en este aspecto tienen injerencia directa o indirecta los políticos y la ética política. La cultura es una apuesta y un resultado al estilo de vida que queremos, es el sentido de la vida de las personas, de los ciudadanos.

La irrupción de la sociedad del conocimiento, la expansión de la información, el fortalecimiento de industrias culturales - globales y con una infraestructura de producción y de consumo inimaginables en el pasado-, así como la importancia de una política de reconocimiento y la aparición de importantes movimientos socioculturales le han dado

otro peso y otra significación a la presencia de la cultura en el desarrollo.

El desarrollo recibe un aporte muy importante de las culturas urbanas y juveniles que con gran fuerza promueven formas de vida, imaginarios, sistemas de interacción social. También de las industrias culturales que participan en la construcción de las identidades sociales tanto como la promoción de un tejido consistente de producción simbólica y apropiación cultural.

La producción de bienes y servicios culturales se ha constituido en uno de los sectores más dinámicos de la economía y donde nuestro país puede encontrar una fuente de generación de puestos de trabajo y de ingresos de divisas aún poco explorada. La importancia de la dimensión económica de la cultura ha sido reconocida a nivel internacional

Si ha esto le sumáramos la ingerencia de la cultura como aporte al PBI daríamos una nueva posibilidad a la economía de la ciudad, generaría nuevos empleos y se renovaría la oferta comercial

En pocas palabras, las Industrias Culturales adquieren un lugar estratégico en:


~La economía (PBI, comercio exterior)
~La inserción social (generación de empleo)

~La diversidad cultural (preservación y reproducción de las culturas locales)

Es indiscutible que una ciudad como Mar del Plata merece tener servicios culturales de excelencia, recuperando aquella identidad que alguna vez nos diferenció y nos posicionó como capital del turismo.
Debemos pensar cuál es nuestro valor diferencial sin arrasar políticas existentes sino justamente agregar esa diferenciación cualitativa con miras al posicionamiento de la Marca Ciudad, dentro de un Plan Estratégico que incluya el aspecto cultural como eje dinamizador de la economía.
Otro aspecto a tener en cuenta es el problema de la seguridad. ¿Cómo se pueden revertir la marginalidad y la exclusión social a través de una Gestión Cultural? Aportando fundamentos y herramientas para la valoración de las personas a través programas de estímulo a la producción artística cultural, capacitación laboral permanente, desarrollo comunitario, programas de cooperativismo, educación, entre tantos otros, mediante una planificación a largo plazo para el área.
No deberíamos olvidar los temas cotidianos de discusión. Es frecuente oír hablar a los políticos sobre el despego y desinterés de los ciudadanos por los espacios públicos. La pregunta sería ¿Por qué los ciudadanos olvidaron que los espacios públicos son bienes comunes? Partiendo de una educación responsable, integradora, y basada en el concepto de ciudadanía plena estaremos recién empezando a poder hablar de recuperar un sentido de apropiación y de pertenencia tan importante.

Partimos de la premisa que lo importante no es borrar lo hecho sino optimizar y dinamizar lo existente. A partir de este punto, se deberán crear los planes y ejecutar las acciones necesarias para la puesta en marcha de una política cultural que si bien tienen que gestionar los profesionales del área, los gestores culturales, deben tener el respaldo de los estamentos políticos de todos los niveles y sectores, ya que sin voluntad política cualquier plan será infructuoso.

Potencial del desarrollo cultural:

  • Crecimiento económico, con la generación de puestos de trabajo y baja del índice de desocupación, aumento de inversiones y mayores rentas.
  • Incidencia en la calidad de vida, que trae aparejado mayor bienestar económico y desarrollo intelectual.
  • Mayor cohesión social, sentida de pertenencia y crecimiento de la participación ciudadana incrementando la comunicación municipal como herramienta para la transformación.

COMISION DIRECTIVA

ASOCIACION DE GESTORES CULTURALES UNIVERSITARIOS