ASOCIACIÓN ARGENTINA DE GESTORES CULTURALES UNIVERSITARIOS (AAGECU)

ONG Personería Jurídica Nº 8406 Entidad de Bien Público N° 498

Sede Central: Mar del Plata- Buenos Aires- República Argentina

ARCHIVO DE PONENCIAS

MESA REDONDA
INSERCIÓN LABORAL DEL GESTOR CULTURAL UNIVERSITARIO

Tema:  "Relación del Gestor Cultural con las instituciones educativas ¿Cómo se concibe su inserción? ¿Trabajando como articulador desde adentro de la escuela o desde la comunidad?"
Fecha: 17 de marzo de 2007
Hora: 10
Lugar: Galería de Arte. Casa de Madera. Rawson 2250 - Mar del Plata
Modalidad: Mesa redonda. Debate posterior. Conclusiones
Disertantes:
- Bruna Milena Baroni: “Inserción laboral del gestor fuera del ámbito de las instituciones educativas”
- María Elena Marc: “El Gestor Cultural como Asesor de las Instituciones Educativas”
- Alicia Prósperi: “Un gestor en cada escuela. Experiencias de gestión cultural en establecimientos educativos”
- Olga Mabel Zecca: “El Gestor convoca. ¿Está preparada la escuela para trabajar con ofertas culturales externas? ”
- Víctor Recanatesi: moderador
- María Teresa Cesanelli: “Algunas conclusiones acerca de los temas debatidos”
                                                           ©
BRUNA MILENA BARONI:
“Inserción laboral del gestor fuera del ámbito de las instituciones educativas”
(abstract)
"El Gestor Cultural puede desarrollar su misión y sus funciones a partir de su inserción en instituciones oficiales y privadas de cualquier índole que éstas sean.
Nosotros planteamos la conveniencia de su inserción fuera del ámbito de las instituciones educativas. varias razones sustentan esta postura:
1º.- La institución educativa es una institución con una determinada estructura que responde a objetivos educativos establecidos por Ley. Es la institución que favorece la adquisición de herramientas básicas, como la lectura, la escritura y los modos de comportamiento esenciales de la matrícula que atiende, para su incorporación al mundo cultural
2º.- La escuela, por otra parte, sobre todo en esta época ha sufrido una serie de embates derivados no sólo de la crisis que ha vivido el país, sino también derivada de la aplicación de una Ley de Educación que no ha logrado retener a los alumnos en el sistema. Agregar o introducir el rol del Gestor Cultural sería, a nuestro juicio inadecuado al menos por el momento. Dejemos que la escuela cumpla su cometido y no agreguemos nuevos roles a desempeñar en su planta funcional.
3º.- La institución educativa es un actor social y cultural que tiene su propio peso, de modo que siempre será objeto de consulta y/o colaboración ante cualquier proyecto socio-cultural que se implemente. Jamás quedará ajena a ello. Por qué introducir en su planta funcional un rol eminentemente de gestión cultural?
4º.- Es necesario tener en cuenta que "la educación no es el único camino hacia la cultura"., dejemos entonces que el Gestor Cultural se inserte fuera de la institución educativa. Estimamos que ubicado e insertado en la comunidad, su rol se podrá apreciar de modo más claro.
Éstos enunciados nos llevan a sostener que vemos la inserción del Gestor Cultural en instituciones tanto oficiales como privadas en el ámbito de lo social, de la salud, de las cooperativas, de las instituciones deportivo-recreativas, instituciones culturales, instituciones mutuales, empresas turísticas, empresas industriales y/o comerciales, etc.
MARÍA ELENA MARC:
“El Gestor Cultural como Asesor de las Instituciones Educativas”
(abstract)
La función del gestor cultural en una institución educativa es a mi entender la de asesorar al equipo directivos en políticas sociales culturales que permitan un trabajo de articulación con la comunidad .-
Su trabajo lo debe desarrollar mediante un análisis de situación que implique la detección de las problemáticas comunitarias.- Y la planificación de estrategias que se orienten a la resolución y transformación de alguna de ellas .- En las que se observe que la acción educativa de la institución contribuirá a la transformación a mediano o largo plazo del entorno cercano .-
ALICIA PRÓSPERI:
“Un gestor en cada escuela. Experiencias de gestión cultural en establecimientos educativos”
(abstract)
El gestor cultural puede ser un verdadero agente de cambio para las ciudades cuando cree situaciones para promover la construcción y renovación de significados, al provocar encuentros culturales significativos, cuando facilite la circulación de diferentes formas culturales dando voz a la diversidad, consciente de que su acción favorece el respeto y la tolerancia entre los miembros de una comunidad, o entre comunidades . Esta caracterización del gestor cultural ( que encontramos en varios especialestas del tema), es lo que enlaza su actividad con la educación.
Este trabajo describirá situaciones de gestión cultural en ámbito escolar en momentos en que aún no existía la carrera, y cómo, la profesionalización del área,podría haber optimizado esas acciones.
Se propondrá, además, la inclusión de un gestor cultural en cada escuela, que complemente, amplíe y enriquezca la actividad docente, favoreciendo el desarrollo del PEI y el alcance de los objetivos institucionales
OLGA MABEL ZECCA:
“El Gestor convoca. ¿Está preparada la escuela para trabajar con ofertas culturales externas? ”
(abstract)
Durante el periodo comprendido entre los años 2003 al 2005 como diseñadora y coordinadora general del programa educativo Abasto Central y con la experiencia de haber recibido más de 300 visitas en el lugar, puedo decir que el rol del gestor cultural dentro de la escuela hasta el día de hoy ha sido delegado a diversos miembros de la comunidad educativa como asistentes sociales, bibliotecarios, fonoaudiólogas, en casos de existir los mismos, y en otros a duras penas ha sido el docente quien ha cumplido ese rol.
Antecedentes:
El programa educativo Abasto Central debía por un lado concretar un anhelo de filantropía empresarial, y por el otro implementar un programa educativo aprovechando la potencialidad del lugar, considerando que es el primer eslabón de comercialización dentro del circuito productivo de la ciudad.
Los resultados superaron nuestras expectativas y el proyecto se realizó durante tres años consecutivos, donde la visita de alrededor de quince mil niños confirmó la aceptación de la propuesta.
La puesta en marcha de este proyecto logró satisfacer la necesaria experiencia del trabajo de campo en los alumnos de las escuelas primarias*, por otro lado hacer participar a todos los miembros de la sociedad en la transmisión de conocimientos a nuestros jóvenes e incluir a todos los actores sociales como animadores culturales.
Fundamentos
Cuando el gestor externo al establecimiento educativo o la entidad convocante realiza una propuesta, sabe que hay pasos a seguir y expectativas a satisfacer entre todos los actores.
Las actividades proponían el desarrollo y la integración, mediante la experimentación, la comprobación del conocimiento, la integración de las distintas etnias que conviven entre el campo y la ciudad, compartiendo experiencias de vida, entre otros enfoques propuestos, para ello era fundamental el compromiso previo de la escuela en la actividad.
Desde la convocatoria hasta el momento de la llegada al lugar la oferta era clara y estaba escrita, quienes solicitaban participar sabían cuales eran las posibilidades de trabajo, incluso enviábamos por correo electrónico el contenido de la folletería que les daríamos a los niños para poderlo trabajar previamente en el aula.
Cuando comenzó el programa me llamaba la atención el uso del término “paseíto”, como la idea del premio por haberse portado bien, y aun más llamativo los grupos que venían tratando de cumplir con determinadas cantidad de actividades fuera del establecimiento, exigidos por alguna normativa.
Para tratar de revertir esto éramos cada vez más específicos en las actividades que se realizarían.
Eso no evitaba que se perdieran contingentes enteros o que llegaran 2 horas tarde por equivocarse de destino, (significa que no se corrobora previamente la dirección del lugar).
En otros casos no tenían las autorizaciones a tiempo, o directamente no venían por los paros sorpresivos y ¡ni siquiera tenían la delicadeza de avisar! cuando por norma y para la organización de cada visita pedíamos confirmación de asistencia durante la semana previa a la misma.
Durante el segundo y tercer año al finalizar la actividad se invitaba a los niños a participar de un concurso de plástica, donde el tema a desarrollar es la visita al Mercado. Debo decir tristemente que podíamos contar con los dedos de una mano los colegios que participaban.
Al retirarse se les entregaba un presente y un material didáctico en forma personal para poder saludarlos. Este pequeño acto complicado y ruidoso era el cierre de la visita y el último contacto que teníamos.
El esfuerzo que se realizó por cada visita fue grande y exigía a la coordinación un gran esfuerzo personal, eran muy pocos los que llevaban cuadernos para tomar nota, pero al final del recorrido habían tenido una muy buena experiencia , generalmente algo que no esperaban recibir.
Sintetizado hoy después del tiempo transcurrido puedo afirmar:

  •  Los docentes que estaban a cargo del grado en un 80% no habían leído el material enviado.

  • Un 10 % de los docentes no sabían a donde iban.

  • El 50% solo venían por un paseíto y el otro 50% porque la oferta resulto atractiva o por recomendaciones de otras docentes.

  • Las visitas que eran programadas por asistentes sociales u otros miembro de la planta educativa eran las más provechosas y efectivas.

  • Solo el 0.5% envió trabajo para los concursos y generalmente eran grupos acompañados por docentes de plástica y asistentes sociales.
Sabemos sobre la dificultad de instalar en nuestra sociedad una conciencia cultural y más aún de los escasos programas culturales gratuitos orientados a la educación, con financiamiento privado.
También sabemos que bien aprovechados afianzan el conocimiento y enriquecen la educación, pero que además hacen vivir la ciudad como un lugar de constante aprendizaje.
Según mi experiencia la ausencia del gestor cultural generó una nueva exigencia al docente para poder cumplir con estas actividades fuera del aula.
La ausencia de una planificación específica para las actividades externas en los establecimientos educativos, diseñados con objetivos y contenidos que se complementen con los conocimientos adquiridos en el aula, son los generadores de los “Paseítos”
No se puede delegar en otros actores como asistentes sociales, bibliotecarios, fonoaudiólogas, por nombrar algunos, el rol del gestor cultural como se ha venido haciendo hasta el momento, porque no es su función específica.
Los establecimientos y los docentes deben tener el apoyo y asesoramiento de los GC para la programación y concreción de las actividades fuera del aula.
Entonces … ¿la escuela está preparada para salir a las ofertas culturales externas? los alumnos están listos para nuevas ofertas culturales, para nuevas experiencias y para un aprendizaje que se complemente con el académico, la escuela recién ahora está empezando a ver las posibilidades pero debe adaptarse al cambio. Y para ese cambio necesita la inclusión de una nueva figura el Gestor Cultural.
*El número de participantes de 45 alumnos (máximo) por visita y se dirigió específicamente a 5°, 6° de EGB y 1° año ESB, por motivos de conducta y currícula.
MARÍA TERESA CESANELLI
Algunas conclusiones acerca de los temas debatidos:
"Rondan siempre en la cabeza de los gestores docentes los conceptos de “escuela ciudadana” “ciudad educadora” ya que la razón fundamental de la educación es formar ciudadanos en la práctica de valores, la incorporación de comportamientos, la captación y elaboración de conocimientos y la plasmación de competencias que no son meras acumulaciones.
El rol de la escuela (ciudadana) es contribuir a crear las condiciones que hagan posible la ciudadanía a través de la socialización de la información, de la discusión, de la transparencia, generando una nueva mentalidad, una nueva cultura, en relación con el carácter público del espacio de la ciudad
La cantidad y variedad cualitativa de nuevos problemas que enfrentan nuestras ciudades hace impostergable esta tarea.
Frente a los nuevos espacios de formación creados por la sociedad de la información, la escuela ciudadana deberá integrarlos y articularlos. Dejará de ser “transmisora de lecciones” para ser cada vez más "gestora" de la información generalizada. Por tanto ella tiene un rol más articulador de la cultura, un rol más dirigente y aglutinador.
En este contexto, la escuela dejará de ser un lugar abstracto para insertarse definitivamente en la vida de la ciudad (en sus bibliotecas, sus bienes y servicios, sus teatros e iglesias, sus empresas y comercios, etc.)
La escuela se transformará en un nuevo territorio de la construcción de la ciudadanía."
                                                         ©
"La simple enunciación de los títulos de las ponencias define con claridad, desde el principio, el enfoque de cada una de las panelistas
¿Posiciones excluyentes? Sin ánimo de arribar a conclusiones salomónicas, entendemos que no.
Inserción laboral del gestor cultural como articulador dentro de la institución educativa.
Esta postura, defendida por dos de las disertantes -docentes en actividad- implica la incorporación del gestor cultural a la planta funcional, inclusión que le permitirá obtener un conocimiento más profundo de la problemática escolar y del barrio en que está inserto el establecimiento educativo. Allí el gestor podrá cumplir funciones de asesor y de articulador acompañando a los docentes en su relación con el entorno y facilitando la proyección de la tarea educativa en la comunidad y viceversa. Actividades de gestión que a menudo se ven obligados a realizar los docentes, con muy buena voluntad pero sin la especialización necesaria, sumando así una carga más a su de por sí densa tarea.
Quienes conciben al gestor como articulador dentro de institución educativa saben que es la vía de inserción más dificultosa -especialmente en el sistema público- puesto que deberán realizarse arduas gestiones ante las autoridades educativas del más alto nivel y tal vez pueda concretarse a largo plazo. Dependerá también de las políticas educativas en vigencia.
Esta forma de inserción le otorgaría al gestor cultural universitario una efectiva continuidad laboral.
Inserción laboral del gestor cultural como articulador desde la comunidad
Con la misma intención y motivado por los mismos ideales expuestos en la líneas anteriores, quienes deseen poner en práctica sus proyectos llevándolos al ámbito educativo desde la comunidad, quizá encuentren vías de concreción más expeditivas. Deberán presentar sus proyectos a las autoridades educativas y si las ideas interesan, es posible que se establezcan relaciones contractuales.
En síntesis, retomando la pregunta inicial, nada impide que se puedan realizar intentos en ambos sentidos. Entendemos que no se pueden extraer conclusiones definitivas, por el contrario, el tema de esta mesa redonda debe tener un final abierto y tal vez una segunda vuelta. Hace falta todavía más información y respuesta a las gestiones iniciadas.
Gestiones iniciadas:
La Comisión Directiva de la Asociación de Gestores Culturales Universitarios (AAGeCU) informa que ha mantenido una entrevista con el Secretario Académico de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, arq. Daniel Cutrera a los efectos de solicitarle se tramite a través de dicha facultad la inscripción del Título de Técnico Universitario en Gestión Cultural en el Nomenclador docente (Comisión Permanente de Títulos de La Plata)
Consecuentemente, se cursó nota al Sr. Decano, Roberto Guadagna adjuntando toda la documentación sugerida. Posteriormente, el Secretario Académico, por vía telefónica, delegó totalmente esta gestión en la Asociación de Gestores reiterando el apoyo de la FAUD y el compromiso de las autoridades de firmar las notas y documentos que sean requeridos.
Otra posibilidad para los gestores docentes es el dictado de cátedras.
Al respecto se informó:
La condición de docente habilita para dar cátedra. Depende del título que se posea y del nivel al que se aspire. En caso contrario se deberán cursar las materias pedagógicas, como ocurre con los profesionales que se dedican a la docencia (en este momento no se están dictando en la Universidad)